martes, agosto 01, 2006


George Bush intenta devorar a Cuba y se atraganta con el rabo de un Lechón Asado


Durante una reciente visita a Alemania, donde recibió muestras de innegable afecto por parte de las fuerzas antimotines que lo custodiaron y de los más de tres mil efectivos del Servicio Secreto de los Estados Unidos que lo acompañaron, el Presidente George Bush asombró a todos cuando en medio de una banquete campestre se dirigió con el rostro crispado hacia el asado y declaró, mientras le arrancaba el rabo y se lo llevaba a la boca:
“¡Así terminan siempre los tiranos. Así terminará la Cuba de Castro!”
Una vez que los médicos de la comitiva lograron sacarlo del coma, tras desatascarle la garganta con un destupidor de inodoro, el vocero de la Casa Blanca se apresuró a desmentir las acusaciones de La Habana que tildaban de anexionista el interés de su gobierno en la isla.Mientras era conducido hacia la limousina presidencial, en brazos de cuatro agentes secretos, un quejumbroso presidente tuvo tiempo de ordenar que recogieran el rabo de ese lechón tan indigesto y lo enviaran a Los Angeles, al equipo de Grayson y los chicos de CSI, para ver si se trataba de algún arma secreta del terrorismo internacional.
“Si las pesquisas lo demuestran- comentó un desmadejado Presidente, antes de desmayarse de nuevo- Condi tendrá mucho que hacer convocando al Consejo de Seguridad de la ONU.”

Reportó: Walter Mafuco Skold, reportero independiente hasta tanto no se pruebe lo contrario.