En este cónclave no podían faltar las flores, con aromas disímiles, pero lamentablemente, en la naturaleza y en este mundo en que vivimos (del que ya le han depreciado una buena tajada lo$ ine$crupulo$o$), hay flores que no tienen aroma, es más, apestan, como cierta flor que creo que existe en las selvas del Amazonas y un Flores (sin creo) trasplantado a las selvas de Miami.
Por supuesto que el “aroma” de estas Flores pronto se difuminó por todo el ambiente, pero que agradó a los concurrentes a tan magna reunión, ya que usan la misma esencia que algunos envidiosos calificarían de pestilente.
Este invitado es todo un símbolo para ellos, de lo que se puede hacer en Cuba, a semejanza de su país (aclaración: no es Estados Unidos sino El Salvador) donde desarrolló un hermoso plan de inedepencia como es la dolarización de su moneda, la desigualdad económica de la distribución de ganancias personales, siguiendo el ejemplo de...esos mismos. Además de que El Salvador fue el primer país en firmar e implementar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA). (Según medios cercanos, él aspiraba a que su país fuera “grande”, si no geográficamente, al menos por la sombra que le proyecte Estados Unidos). Y como reprocha a Castro “la situación de tiranía y escasez económica de los pobres cubanos” están de ejemplo los aproximadamente 3,1 millones de salvadoreños que, al inicio del año 2004, vivían fuera de El Salvador como inmigrantes en Estados Unidos (la mayoría de forma indocumentada/ilegal) siendo una de las mayores fuentes de ingreso del país, para que digan después que estados Unidos no los ayuda en su desarrollo, ejemplo de relaciones bilaterales.
Una buena fecha para esta reunión, donde confluyeron tantos intereses comunes: la mafia cubana, Miami, el 20 de mayo y el “aroma” de Flores.
Dios los crea y el Diablo los junta.
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